10 creencias erróneas sobre la felicidad

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10 creencias erróneas sobre la felicidad

Algunas creencias erróneas sobre la felicidad llevan a que muchas personas consideren que la alegría está a la vuelta de la esquina. Peor aún, quienes consideran que solo se puede vivir de modo feliz y que el sufrimiento es opcional, ya que no es así. Pues, el dolor también forma parte de la vida.

También hay quienes creen que la felicidad consiste en sentir alegría todo el tiempo o tener los anhelos satisfechos, así como hay quienes piensan que acumular cosas materiales aporta dicha plena.

¿Qué es la felicidad?

La palabra felicidad proviene del latín felicitas, que deriva de felix, y se traduce como ‘fértil’ o ‘fecundo’. Por lo tanto, la felicidad es un estado emocional que se produce cuando hay bienestar, conformación o se han cumplido ciertos objetivos, aun cuando cada persona pueda tener su significado de esta palabra.

Hay muchas creencias erróneas sobre la felicidad como, por ejemplo, el creer que es una emoción que se deba sentir todo el tiempo, de forma ininterrumpida.

De hecho, esa sería la primera creencia errónea, el pensar que ser feliz es un placer que se tiene que sentir en todo momento y en todos los lugares. Esto no corresponde con la realidad, pues, la felicidad más bien implica un compromiso, un significado, bien sea con otras causas o personas, incluso, está relacionada con lo que se denomina bien común.

La adaptación hedónica nos lleva a un círculo en cual satisfacemos un deseo y luego otro y otro y así sucesivamente, pero que jamás nos hace sentir completos porque cuando nos adaptamos a lo que ya tenemos o hemos conseguido, entonces deja de producir placer.

En algunas ocasiones, también recurrimos a la predicción afectiva, es decir, la creencia de que un evento nos hará felices por mucho rato o que ocurrirán malos eventos en un futuro lleno de improbabilidades. La catedrática en psicología, Sonja Lyubomirsky, llegó a afirmar: “Nada en la vida produce tanta alegría ni causa tanto sufrimiento como creemos”.  

Creencias erróneas sobre la felicidad

Entre las creencias erróneas sobre la felicidad encontramos las siguientes:

  1. Acumular cosas materiales da felicidad: muchas personas creen que esto es verdadero y se afanan por obtener los equipos de última generación o aquellos más lujosos, pero el bienestar solo dura poco tiempo, pues, como se ha mencionado, luego pasa la emoción de la euforia y sobreviene el aburrimiento.
  2. Ser felices al casarse con la persona adecuada: este es otro de los mitos sobre la felicidad y lo peor es que, de entrada, ya se está dando la responsabilidad de la felicidad propia a otra persona. Para muchas personas un matrimonio les dará felicidad, pero lo cierto es que, en promedio, la felicidad plena dura solo unos dos años, luego, el amor apasionado se puede convertir en verdadero si se nutre la relación con otros componentes.
  3. Ser feliz al tener hijos: muchos creen que los hijos traen felicidad y, aunque sean un regalo, tampoco hay que romantizarlo hasta el punto de olvidar que más bien se trata de una gran responsabilidad, que es extenuante.
  4. Ser feliz cuando se reconstruya una relación: si una pareja ha terminado, la felicidad no vendrá por el restablecimiento de los lazos afectivos. Nuevamente, se coloca la felicidad sobre alguien externo, y no sobre nosotros mismos. En todo caso, luego de cuatro años de una ruptura, muchos expertos coinciden en que las personas son más felices de lo que alguna vez lo fueron durante esa unión.
  5. La felicidad llegará con el éxito y el dinero: cuando se consigue lo que se desea, la vida se puede tornar aburrida y hasta vacía. Esto explica por qué muchas personas con éxito y dinero no son felices. Pues, la felicidad no reside tanto en el éxito, sino en lo que hacemos con él, así como tampoco está en el dinero, sino en la forma de usarlo. Por ejemplo, hay personas que prefieren gastar dinero para vivir experiencias que para comprar objetos. Forma parte de las creencias erróneas sobre la felicidad que más adeptos tiene.
  6. Conseguir el trabajo soñado: es cierto que hacer lo que se ama trae alegría, pero todos los trabajos pueden ser agotadores. Cuando llega ese trabajo “perfecto”, vienen con él las responsabilidades y la persona se da cuenta de que tampoco siente la felicidad que esperaba.
  7. Necesidad de un compañero/a: muchos piensan que, al tener pareja, se podrán sentir felices, pero lo más curioso es que muchos estudios indican que hay más felicidad en el período de la soltería que durante el matrimonio. Este mito cuesta caro, pues, la persona se pierde de disfrutar el tiempo que pasa con sus amistades, el participar en proyectos y aventuras por su propia decisión, entre otras ventajas.
  8. No recuperarse de un diagnóstico: hay quienes entran a un consultorio y reciben un diagnóstico que no esperaban, esto los hunde en llanto y desesperación, lo cual es válido, pero lo que no se debe sostener es la creencia de que más nunca se va a experimentar felicidad, ya que con una buena actitud y optimismo se puede sentir alegría en la vida.
  9. Creer que los mejores años de la vida han culminado: hay quien piensa que, con el paso del tiempo y el aumento de la edad, lo mejor ha quedado en el pasado y caen en la tristeza o depresión, pero la verdad es que hay muchas personas mayores que son más felices que algunos jóvenes, ya que tienen la oportunidad de replantearse la vida como lo deseen. Incluso, su situación emocional es más estable y eso les proporciona disfrute, ya que no sucumben con negatividad tan fácilmente ante las dificultades de la vida.
  10. Consiste en cambiar las circunstancias: esta es otra falacia, la idea de que solo seríamos felices si algunos eventos o circunstancias cambiaran en nuestra vida, porque la realidad es que los factores que nos dieron felicidad en el pasado son internos y también nos pueden aportar felicidad en el futuro y en el ahora.

Por último, entre las creencias erróneas sobre la felicidad, hay personas que piensan que esta se tiene o no se tiene; lo cierto es que la felicidad no está anclada totalmente a factores genéticos, por lo que se requiere de esfuerzo.

De acuerdo con Sonja Lyubomirsky, en su estudio titulado: Volverse más feliz requiere voluntad y una forma adecuada, los aumentos sostenibles en la felicidad son posibles, pero solo si se persiguen en condiciones óptimas, como cuando las personas están motivadas para realizar una tarea positiva, cuando implique esfuerzo y persistencia, y cuando la actividad sea legítimamente eficaz, es decir, que las expectativas positivas y la motivación inicial son importantes para el éxito de cualquier actividad positiva, pero también se requiere de trabajo para llevarlo a cabo.

 

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