Breadcrumbing, ¿aceptas migajas en la relación? 7 señales

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Breadcrumbing, ¿aceptas migajas en la relación? 7 señales

El breadcrumbing hace referencia a las migajas de pan que se van dejando, lo cual también puede aplicar para algunas relaciones de pareja.

Quien va soltando migajas de pan en el ámbito afectivo, da paso a pequeñas muestras de cariño, pero no establece nunca un verdadero compromiso en la relación, así como tampoco permite que esta se consolide o dé un paso más allá.

En qué consiste el breadcrumbing

Quien va recogiendo las migajas de pan puede llegar a percibir algunas muestras ligeras de atención, lo cual le lleva a interpretar que la relación tiene proyección al futuro o que se comparten objetivos en común, cuando en realidad no es así, pues, no existe ni el más mínimo interés en que la relación prospere.

Pero, las migajas se van dando de forma interrumpida, es decir, no son continúas, lo cual crea una sensación de que la relación es estable. No obstante, quien hace breadcrumbing no quiere que la relación avance y está claro que un compromiso jamás será posible.

Esto lleva a que se establezca lo que se denomina refuerzo intermitente en la pareja, esto es, un acercamiento y un alejamiento constante. Dicha situación genera angustia, vacío o frustración, sobre todo cuando se ha dejado de recibir migajas en un determinado momento.

Este tipo de relación es disfuncional y ocasiona inestabilidad. Quien recibe las migajas, o el breadcrumbing, jamás llega a saber qué tipo de relación tiene con la otra persona, lo cual es esencial, ya que para que una relación sea estable se necesita de compromiso.

En este sentido, tal como lo define Torres y Ojeda, en su estudio titulado: El Compromiso y la Estabilidad en la Pareja, el compromiso no es más que la situación en la cual los pros de la relación son superiores y más amplios que los contras. Esto significa que ambos componentes de la pareja hacen un esfuerzo para el mantenimiento de dicha reciprocidad.

¿Cómo actúa quien hace breadcrumbing?

Para identificar si la pareja está soltando migajas de pan, se pueden analizar los siguientes indicios:

  1. Cuando se trata de hacer planes a futuro, tomar decisiones trascendentales o importantes, la pareja solo responde: “tal vez”, “quizá”, “debemos ver cómo fluye” o “es necesario hacer otras cosas primero”, entre otras, que forman parte de respuestas evasivas y no son concretas ni dejan claro que se asumirá el compromiso.
  2. El trato es ambivalente. Un día la persona que suelta migajas parece sentirse bien con la relación, pero en otras ocasiones su comportamiento se torna distante.
  3. Nadie conversa sobre el tipo de relación que se tiene. Cuando el que recibe las migajas intenta abordar este tema, el otro simplemente evita dar un nombre a la relación.
  4. No hay buena comunicación respecto a los sentimientos de cada uno. O, en su defecto, quien recibe las migajas, expresa qué siente, pero el que hace breadcrumbing no deja claro cuáles son sus sentimientos o expectativas sobre la relación.
  5. La persona puede “desaparecer” por varios días, demostrando con ello poco interés. Simplemente aparece cuando quiere porque capta que la otra persona siempre está disponible y no le interesa establecer compromisos o rutinas.
  6. No hay forma de hacer planes. El que recibe migajas puede querer ver una película, ir a un concierto, salir a pasear, entre otras actividades, pero el que hace breadcrumbin responde: “puede ser la semana que viene”, “voy a revisar mi agenda”, “estoy muy ocupado/a ahora”, entre otras.
  7. Uso de la comunicación digital como forma de soltar migajas: al soltar un gesto pequeño como comentar con emojis una historia o darle “me gusta” a una publicación. Así solo conserva la apariencia de que “está presente”, pero sin que esto implique un esfuerzo.

En algunas ocasiones, quien hace breadcrumbing puede crear la sensación de que han tenido “una conexión” o que tienen muchos puntos en común, pero esto es solo parte de su comportamiento para dar una falsa esperanza a la otra persona. En estos momentos, quien recibe las migajas puede llegar a creer que algo realmente bueno está sucediendo, se puede sentir especial, alegre e ilusionado, pero tan solo es una quimera, pues, luego vendrán los periodos en los que será ignorado/a.

También puede ocurrir que la persona que hace breadcrumbing envíe mensajes a altas horas de la noche porque se siente solo/a, pero cuando obtiene una respuesta, o cuando se le envía un mensaje para continuar el hilo de la conversación, ya no se esfuerza en contestar de nuevo, puede que pasen incluso días o que el mensaje recibido sea muy superficial.

No hay una forma exacta de saber por qué alguien hace breadcrumbing, pero tal vez la autoestima esté implicada, pues, necesita de la atención de la otra persona. Además, con este comportamiento es probable que sienta más confianza en sí mismo/a. No menos probable es que la persona que suelta migas sea alguien emocionalmente inmaduro/a y no se sienta preparado/a para establecer un compromiso con otra persona.

Por último, este comportamiento también podría estar asociado a una personalidad narcisista, desde la cual poco importan los sentimientos de la otra persona, dado que solo les interesa manipular y obtener un beneficio.

Es necesario recordar el valor propio para salir de este tipo de relaciones disfuncionales. Cada persona merece atención, respeto y cuidado. Pero es necesario darse estos ingredientes a sí mismo, en primera instancia, para estar en capacidad de recibirlo por parte de los demás.

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