Cómo tocar fondo y salir fortalecido

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Cómo tocar fondo y salir fortalecido

¿Cuántas veces has sentido que estás a punto de tocar fondo? ¿Qué nada tiene sentido o que estás a punto de explotar y no soportar más? Si este es tu caso te invitamos a qué sigas leyendo este post donde descubrirás cómo tocar fondo y salir fortalecido.

Si en algún momento has pensado que tocar fondo es lo peor que te puede pasar déjame decirte que estás equivocado. Si llegas al fondo es porque ya no puedes caer más, lo cual te abre una segunda posibilidad. Puedes quedarte ahí, hundido en tu propio dolor o puedes usar ese fondo para agarrar impulso y volver a salir a flote.

Como bien sabemos que sacar fuerzas para tomar ese impulso no siempre es fácil. De hecho, la mayoría de las veces suele ser complicado porque la superficie es pequeña y resbaladiza. Es más, todos hemos tenido en algún momento esa sensación. Todos hemos vivido desafíos mentales, emocionales y físicos que son capaces de derribarnos, de hacernos sentir desesperados y angustiados.

En este artículo te explicamos qué significado tiene tocar fondo emocionalmente y cómo salir fortalecido de él.

5 Cosas que debes recordar cuando vuelvas a tocar fondo

1. Aprende de las experiencias pasadas

Si estás leyendo este post es quizás porque sientes que estás a punto de tocar fondo, si no los ha hecho ya. Además, debes saber que lo que parece un pozo sin fondo con una vertiginosa caída, en realidad sí que tiene un final.

No niegues lo que ya has vivido y no te avergüences de todo lo malo que has pasado. Desde el recuerdo del sufrimiento experimentado, podrás entender y aplicar mejor las siguientes sugerencias. Así, filósofos como Karl Jaspers solía decir que el dolor nos sitúa a menudo en una parte fronteriza donde estamos obligados a tomar decisiones.

Asimismo, estudios como el realizado por el doctor Jan Makenson, nos indica que el sufrimiento psicológico se experimenta de igual manera que el padecimiento físico. Gestionar estos estados es clave para no cronificar aún más ese padecimiento.

2. Siente tu dolor sin apego, no lo reprimas

Deja que las emociones fluyan, date la oportunidad de sentir esa frustación, esa decepción inclusive esa ira que te invade y no te deja ser feliz. Identificar lo que sientes es la única manera de dejar salir ese dolor. Si intentas distraerte pensando en otra cosa, esas emociones continuarán creciendo, batallando por encontrar su sitio en tu mente

Siente tu dolor sin apegarte a él. Simplemente, déjalo salir. No busques soluciones, no busques culpables. Al contrario de lo que pueda parecer, esas emociones no te devorarán, sino que pasarán y te dejarán libre.

3. Date un tiempo para reflexionar

Es la reflexión lo que cambia todo. Necesitas tiempo para darle un significado de lo que has vivido para entender cómo te ha afectado. Una vez que hayas dejado fluir las emociones, es el momento de comenzar a aliviar tu mente y a aligerar tu corazón.

Y para que sientas esa paz en tu interior debes poner en práctica lo siguiente:

  • Reflexionar no implica jugar al juego de las culpas, sino ser conscientes de nuestra responsabilidad, perdonarnos y tomar decisiones positivas que nos hagan cada día más fuertes.
  • Tómate el tiempo que necesites. Solo una reflexión profunda que dé como consecuencia, una lección aprendida es lo que te ayudará a salir del agujero que te mantiene hundida.
  • Aprende en ese tiempo de reflexión a despertar tu potencial en resiliencia. Estudios realizados por Robert Stewart llevado en la Universidad de Marsella, señalan que invertir en esta dimensión psicológica es ganar en bienestar.
  • Si en la caída nuestra autoestima ha permanecido sólida, levantarnos va a ser mucho más sencillo. De esta forma, aprovecha tu caída como una oportunidad para demostrarte ese amor hacía ti mismo.

4. Busca que tu mente fluya

Muchas personas que sienten que han tocado fondo no se permiten desconectarse de sus problemas. Se sientan a pensar y a recordar todo lo malo que hay en sus vidas. Pero el hecho de encontrar un obstáculo no significa que no se pueda tomar una solución y encontrar algo aún más hermoso en el nuevo camino.

Para salir de ese gran hoy en el que te sientes sumergido, en vez de darle vueltas a las cosas, lo mejor es encontrar una salida que permita que nuestra mente fluya. Las actividades creativas, como la música, el ejercicio o la meditación son elementos que nos dan la oportunidad de salir un momento del espacio nocivo y saturado en el que nos encontramos para pasar a un nuevo escenario y volver con energías renovadas.

5. Una aparente paradoja

Mientras caes estás padeciendo por las situaciones que estás viviendo porque no sabes cómo te has visto arrastrando por ellas, por no encontrar soluciones, o por los intentos que una y otra vez han sido frustrantes y no te han ayudado. Pero cuando tocas fondo y te reconoces en él, adquieres una perspectiva diferente.

Mientras caes sientes el vértigo de ver cómo te alejas de la salida; desde abajo ganas la tranquilidad de entender que ya has caído, que no puedes caer más y que tienes opción de quedarte ahí o pensar en cómo sales. Debes tomar conciencia de tu situación real y la decisión y el compromiso propio de salir de eso y recuperar el control de todo. Es entonces cuando comenzamos a darnos cuenta de todo lo que sí está en nuestra mano para subir de nuevo y no volver a caer, y es en eso dónde nos centramos.

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