Existen personas con las que mantener una conversación es muy difícil pues, normalmente, solo hablan acerca de ellas mismas. Si conoces a alguien así, seguramente te interese conocer sobre esta característica de la personalidad: el egotismo.

Sigue leyendo si quieres comprender por qué algunas personas no pueden desviar el foco de atención respecto de ellas mismas, por qué no les interesa nada que no los involucre y por ello se las denomina egotistas.

El ego en Psicología

El término ego compone la palabra egotismo. Por ello será necesario que, para adentrarnos en la temática de este artículo, introduzcamos su significado y acepciones.

Ego significa yo. En la Psicología, puntualmente en la rama psicoanalítica, este se ha adoptado y adaptado, utilizándose para hacer referencia a una instancia psíquica que permite a un individuo reconocerse a sí mismo.

Para Sigmund Freud en sus conceptualizaciones, el Yo (por lo tanto, el ego) es una de las tres instancias psíquicas que postula: junto al Ello y al Superyó. El Yo, tiene la cualidad de ser un mediador. Pero ¿entre qué media esta instancia? La respuesta es entre los ideales del Superyó, los instintos del Ello, y el mundo exterior. Entonces, desde esta conceptualización, el Yo vendría a ser una suerte de intermediario que intenta encontrar una regulación entre dos instancias psíquicas con sus exigencias (los instintos del Ello y, sus contrarios, los valores morales del Superyó) y, a su vez, el encargado de lidiar con aquello que impone el mundo exterior. Es el Yo, así, la instancia psíquica que, en constante pugna con las demás instancias, permite al individuo reconocerse a sí mismo, como resultado del “dominio” de las exigencias de estos tres términos.

Es el prefijo ego- el que hace que el término egotismo sea confundido con egoísmo, aunque no son lo mismo y es nuestro deber indicarles sus diferencias.

Una persona egotista, principales características

Egotismo no es lo mismo que egoísmo, aunque son dos términos que usualmente son confundidos. Se entiende por egoísta a aquella persona que prioriza sus deseos o necesidades a las de los demás. Es decir, que siempre buscará su propio beneficio antes que el de otras personas, por más de que trate de seres queridos. Ahora, si bien el egotismo tiene mucho que ver con él, es cierto que ambos conceptos se diferencian. Un egotista es aquel que necesita constantemente hablar acerca de sí mismo. Puede que con ellos sea posible mantener una conversación, sin embargo, esta siempre rondará en torno a sus necesidades, deseos, quejas, o cualquier cosa que les haya sucedido.

Los egotistas son aquellas personas que, una vez te han contado todo acerca de ellos, no se esforzarán en preguntarte cómo estás tú. Y, en caso de que lo hagan, no darán importancia a aquello que tienes para decir, pues solo registran lo que tiene algo que ver con ellos.

Ahora que ya sabes qué implica el egotismo, repasaremos qué hace a alguien egotista. Es decir, revisaremos las principales características de este tipo de personalidades, así podrás identificarlas.

1. Todo gira en torno a ellos

Como ya imaginarás, si una persona solo mantiene conversaciones que tienen a sí misma como tópico central, entonces ese es un gran indicador de que, en su vida, todo gira en torno a ellos. Por supuesto, también creen que para el resto de las personas debería ser así, es decir, que para los demás ellos deben ser “el centro del Universo”.

2. Amor propio, por demás

Las personas egotistas, definitivamente, demostrarán que se adoran. Cuando converses con ellos, resaltarán sus cualidades excesivamente sin atribuirse ningún tipo de defecto. Si algo malo sucede, será culpa de otra persona, y no tomarán responsabilidad por sus errores. Ellos se muestran como seres perfectos, manifiestan ante los demás sumas muy elevadas de amor propio.

3. Excesiva confianza

Así como los egotistas manifiestan sentir elevadas sumas de amor propio, es como se demuestran con confianza en demasía. Las personas así, normalmente, se animarán a tomar riesgos que otros no tomarían pensándolo racionalmente pues, demostrarán así, que tienen confianza en sí mismos y que pueden con todo, porque son “perfectos”.

4. Dificultades para establecer relaciones interpersonales

Como es de esperar, si una persona solo piensa en sí misma hasta llegar al punto en que no puede mantener conversaciones que no sean respecto a sí mismo, entonces, será muy difícil poder mantener una relación con una persona de estas características. Imagina estar con alguien a quien parece no importarle nada de lo que te sucede. Suena muy difícil. Por ello, a los egotistas les resulta muy difícil mantener en el tiempo parejas amorosas o amistades, pues son personas con las que, debido a su excesivo egocentrismo, se hace difícil lidiar.

5. La verdad tras el egotismo

Lo cierto es que, aunque las personas con características propias del egotismo manifiesten que se aman a sí mismos por encima del resto de las personas, esta no es más que una estrategia para cubrir una gran falta: ellos carecen de autoestima. Aunque demuestren lo contrario, su “excesivo amor propio” no es más que un disfraz. Estas personas, en realidad, carecen de amor propio, pero su interés exclusivamente centrado en ellos mismos es un intento de enaltecer la propia estima que les falta.

Estas personas buscan, en los demás, validación. Es por este motivo que constantemente dirigen las conversaciones hacia ellas mismas: buscan ser reconocidos por los demás, para fortalecer el amor propio que les falta. En estas personas, trabajar el autoconcepto y autoestima será la solución a su egotismo. Esto les permitirá desviar el foco de atención hacia otras personas, lo que los beneficiará al momento de mantener relaciones interpersonales, pero, también, mejorará la visión que tienen de ellos mismos.

En resumen, alguien egotista, aunque no lo parezca, en realidad carece de autoestima. Las apariencias engañan, y las personas con estas características vienen a demostrarlo. Y tú, ¿conoces a algún egotista?