La ciencia de los besos

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La ciencia de los besos

Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca. Gabriela Mistral, poetisa chilena.

  • La filematología es la ciencia que estudia los besos.
  • Los besos reducen los niveles de cortisol.
  • Un beso robado o mal dado puede predecir el fin de una relación potencial de pareja.
  • Los besos pueden generar una adicción tan potente como la cocaína.
  • Se estima que los labios miden 1 centímetro cúbico y en el existen un millón de terminaciones nerviosas.

La ciencia de los besos es algo complejo y data del siglo anterior. Muy probablemente esa es la razón por la cual el concepto no aparece en uno de los diccionarios más importantes para la psicología: el diccionario de la American Psychological Association (APA, 2010).

La filematología, tiene un campo muy amplio de estudio, y se enfoca en diversas e interesantes interrogantes: ¿Qué son los besos?, ¿Qué tipos existen?, ¿Qué regiones están implicadas a nivel cerebral, cuando besamos?, ¿Qué mensajeros químicos se gatillan en un beso? y ¿Cuáles son los beneficios de darlos o recibirlos? Entre muchas otras interrogantes más.

Un beso va mucho más allá que el acto de besar

Una de las definiciones más simples de la Psicología, es que: “Es el estudio de la mente y el comportamiento” (APA, 2010, p. 410). Es decir, la Psicología estudia todo lo que el hombre hace: llorar, dormir, pelear, amar, tener insomnio, colaborar con otros, pensar, olvidar, crear, percibir, ser fiel o infiel, rezar o besar, entre un gran universo de muchas más posibilidades.

Por otro lado, de acuerdo con el Diccionario Larousse ilustrado (2003), un beso: “es la acción de besar” (Larousse, 2003, p. 152). Sin embargo, el acto o la conducta de besar, nos lleva a un sinfín de posibilidades interesantes, a una pluralidad de significados y conductas. No es el simple acto de hacerlo, pues la acción llevada a cabo, puede ser o no con el consentimiento de la otra persona: es prácticamente irresistible para los padres no besar a los bebés; besamos a los amigos y familiares, en ocasiones a los compañeros de la escuela o el trabajo.

Y, por supuesto también lo hacemos con la pareja para demostrar: cercanía, pasión, compasión, cuidados, aprecio, apego e incluso cuando ya no los damos, implica prácticamente la muerte de la relación emocional. Luego entonces, los efectos que se producen en quien da los besos y quien los recibe tiene múltiples interpretaciones e implicaciones, es un concepto polisémico y una conducta multivariada.

Se dice que Judas vendió a Cristo con un beso, y en los casamientos cristianos, al final el padre dice: “puede besar a la novia”. Entonces, el simple acto de besar, tiene connotaciones: de traición, sociales, evolutivas, emocionales, y de cambios fisiológicos interesantes.

Son muchos los sitios en donde besamos a la pareja, el presente texto se centra básicamente en los besos en la boca.

El origen de los besos

En el estudio de los besos, no existen posiciones únicas completamente aceptadas por toda la comunidad científica. Sin embargo, se cree que los besos han sido producto de la evolución de los primates, y posteriormente del ser humano.

Desde el hombre prehistórico, se piensa que cuando el alimento escaseaba o el único alimento disponible era demasiado duro para que los bebés lo consumieran, los padres se veían en la necesidad de pre masticarlo para después darlo a los críos, pre digerido. A esto se le llama “besos proto-parentales” (Walter, 2010, p. 83). En un enfoque etológico, son muy familiares estas conductas en diversos animales en la naturaleza: el pájaro que lleva lombrices al nido y las reparte a las crías, o los pelícanos que regurgitan los peces que han cazado para alimentar a sus crías. En Asia, existen unos peces llamados besucones, por desplazarse y permanecer a ratos unidos por sus bocas.

Siguiendo ese proceso evolutivo, se piensa que los proto besos, evolucionaron: para mostrar afecto a los bebés y después se practicaron con las parejas. Sin embargo, el contacto con la pareja tuvo otro agregado más: los besos y el olor.

En esta estrategia evolutiva, se piensa que los besos formaron parte intuitiva de un proceso para seleccionar a la pareja. El olor natural, también es parte del instrumental en esta área.

En este segundo indicador de selección, no dependemos como otros animales del olor como lo hacen los insectos para localizar un compañero a cientos de metros de distancia. Sin embargo, el olor tiene implicaciones interesantes en la selección evolutiva de la pareja y como una forma de placer. Experimentos clásicos, dan cuenta que el olor natural del compañero o compañera, cuando es aceptado, significa que ambos tienen sistemas inmunológicos distintos (factor de histocompatibilidad) y en caso de formar una pareja, la descendencia nacerá con un sistema inmunológico más fuerte.

 

Otra variante que va entre el límite evolutivo y el placer, gira en torno a la comunicación química:

  • entre mujeres que comparten la misma habitación, sincroniza los ciclos menstruales o la atracción de las mujeres por las camisetas usadas por los hombres, con residuos de sudor.
  • “las feromonas humanas podrían contener androstenol, un componente químico del sudor masculino que puede provocar excitación sexual en las mujeres, así como hormonas vaginales femeninas denominadas copulinas que, como han descubierto algunos científicos, aumentan los niveles de testosterona e incrementan el apetito sexual de los varones”. (Walter, 2010, p. 83).

Un dato de la cultura japonesa interesante, es que bajo el concepto de “Burusera”, se comercian prendas sexuales femeninas usadas. Son tiendas tipo sex shop, en donde los clientes encuentran, diversas prendas como: pantaletas u otros accesorios que han sido utilizadas por mujeres y evidentemente contienen su olor y secreciones (muy probablemente copulinas). Son prendas certificadas por el vendedor, en donde aparece la dama que la usó, junto con su fotografía y es entregada cerrada y sellada, con el fin de conservar el olor. Es una práctica común y normal en ese tipo de tiendas.

Ello da lugar también a parafilias o patrones de conducta sexual singulares, donde la fuente de placer tiene variantes como: un objeto inanimado o una situación especial con una persona o personas. Y, el deseo, la excitación y el placer depende de esas circunstancias. “La Misofilia es una parafilia que consiste en una atracción y gran excitación al oler o entrar en contacto con prendas de ropa sucia, sobre todo cuando se trata de ropa interior y generalmente con algún resto de suciedad (semen, flujo vaginal, sangre…)”. (Manzano, 2020).

Los tipos de besos

Existen un sinfín de tipos de besos y cada uno de ellos con características diferentes (cargados de: pasión, sabor, libido, son suaves, tibios, fríos, llenos de amor, ternura, lascivia o lujuria, entre muchas más opciones).

  • Robado: puede ser un beso fugaz e intrusivo, que corre el riesgo de terminar la relación antes de iniciarla.
  • El beso francés: es el intercambio e inspección de lenguas y tiene una connotación completamente erótica.
  • El beso de piquito: los labios apenas se tocan y generalmente lo practican las parejas en lo social cuando llegan a casa o se van. Algunos amigovios o amigos con derechos también lo hacen.
  • Gentil en la boca: generalmente lo practican las personas o parejas que ya se conocen y mantienen una relación estable. Por lo que no les importa el contexto (público o privado) en donde lo dan o reciben.
  • Con los ojos cerrados: en general denota confianza en la pareja y con los ojos abiertos desconfianza.
  • Con mordida: morder los labios, es un beso más libidinal y de agresión controlada, cargado de pasión y lujuria.
  • Beso de muerto: refleja mucho enojo en la pareja o incluso el fin de una relación, pues el beso es tan íntimo como una caricia. Implica solo juntar los labios sin abrirlos y en este tipo de beso, denota la frialdad o lejanía con el compañero o compañera.
  • En el cachete: son besos más sociales que pueden tener algunas personas: parejas, amigos o personas que se acaban de conocer y que por tradiciones culturales realizan. Es muy común en España y en Italia, para saludar y despedirse.
  • En la cabeza: es común de padres a hijos y viceversa, significa: respeto, cariño, amor profundo. Y, transmite confort, protección y estabilidad emocional a la persona.
  • De película: son casi como besos hollywoodenses, de larga duración e inclinando a la pareja hacia el suelo. Es parecido a la icónica fotografía tomada en Nueva York, en donde aparece un marino besando a una enfermera para celebrar el fin de la segunda guerra mundial y la rendición de Japón. Por cierto, en el contexto, ambos no se conocían, por lo que más que un beso de película, fue un beso que hoy podría denominarse de acoso sexual, pues no se conocían ambos personajes y solo fue producto de la celebración del momento.

En el abanico de los besos, existen, los que generan apego, erotismo, juego, cuidados, amistad, respeto (besar la mano) y van en una gama del primer encuentro, para llegar al final, pasando por el apego y el desapego. Existen muchos tipos más. Cada beso tiene un significado distinto: dependen mucho del contexto sociocultural, del sitio corporal en donde se dan y de la persona que lo recibe.

Se consideran en general por su función etimológica de los besos: aspectos sociales (para consolidar o afianzar las relaciones de cercanía, apego o amor), los evolutivos (que sirven para disfrutar el sexo lúdico o reproductivo, ya que se dan con la intensión de elegir una pareja) y los emocionales (asociados a la expresión de emociones positivas).

Datos curiosos sobre los labios y los besos

  • Se estima que en un beso se comparten de una boca a otra entre “40 y 80 millones bacterias inocuas. Aunque no lo parezca, la boca es un complejo ecosistema donde pueden vivir hasta 700 especies de bacterias”. (The conversation, 2022).
  • En el centímetro cúbico que corresponde a los labios (Gándara, 2022), se concentran alrededor de un millón de terminales nerviosas. El pene tiene cuatro mil y el clítoris ocho mil. Los labios son 100 veces más sensibles que las puntas de los dedos.
  • Los labios son como las huellas digitales, no existen dos iguales en el mundo.
  • Activa cinco de los treinta músculos faciales del rostro, lo cual nos hace vernos más jóvenes.
  • Los músculos faciales, activan diversos mensajeros químicos y diferentes zonas cerebrales: áreas motrices y las zonas de recompensa (núcleo caudado y área ventral tegmental).
  • Al besar se queman aproximadamente una caloría cada dos segundos.
  • Con un gran beso la mujer puede lograr un esplendoroso orgasmo y el hombre puede tener una gran erección
  • El 13 de abril se celebra el día internacional del beso.
  • Los encargados de estudiar los besos, son equipos interdisciplinarios: biólogos, antropólogos, neurocientíficos, sociólogos, psicólogos, médicos, y más. Y realizan un trabajo transdiciplinario, es decir, desde diferentes disciplinas se analiza el mismo objeto de estudio: los besos.
  • En la escala filogenética, también se besan: “chimpancés, elefantes, hasta los pájaros rozan sus picos”. (Tucanaldesalud, 2020).
  • El 90% de la población mundial se besa, pero el 10% restante no. “En 1897, el antropólogo francés d’Enjoy indicó que los chinos estimaban el beso en la boca algo tan horrible como podía ser el canibalismo para mucha gente”. (Walter, 2010, p. 85)

Besos

Efectos externos e internos de los besos

Lo externo

  • Con tan solo ver la imagen de nuestra pareja o imaginarla, se dispara un coctel completo de mensajeros químicos que te hacen sentir placer. Es tan adictivo como la cocaína. Es clásico el estudio de la antropóloga Helen Fisher al respecto, en su libro ¿Por qué amamos?, al escanear cerebros enamorados. Señala al respecto: “He llegado a la conclusión de que el amor romántico es un sentimiento universal, producido por sustancias químicas y estructuras específicas que existen en el cerebro”. (Fisher, 2009, p. 69).

Lo interno

  • Se disparan diversos mensajeros químicos:
    • Feniletilamina: es la responsable de las mariposas en el estómago, produce sobre excitación emocional (alegría, euforia, optimismo y felicidad).
    • Serotonina: durante el enamoramiento nos hace tener pensamientos obsesivos relacionados con la pareja. “Al igual que ocurre con una droga, el cerebro se habitúa a la serotonina y cada vez requiere una dosis más grande” (Zschimmer & Schwarz, 2022).
    • Adrenalina: aumenta la tensión arterial y la glucosa. Es la responsable del aumento en los latidos cardiacos.
    • Oxitocina: Refuerza el vínculo amoroso y hace sentir más unidos. Se libera con los abrazos, los besos, cuando hacemos el amor y durante el orgasmo.
    • Testosterona: Incrementa el deseo sexual. “En los hombres adultos, controla el deseo sexual, mantiene la masa muscular y ayuda a producir esperma”. (MedlinePlus, 2022).
    • Dopamina: es la hormona del placer y nos hace sentir eufóricos de estar con la persona amada. Nos hace depender como una droga de él / ella y se activa la necesidad de estar o permanecer juntos. En su ausencia nos llena de tristeza que nos lleva a la depresión y a la obsesión.
    • Endorfinas: son opioides o analgésicos naturales que reducen o eliminan el dolor.
    • Noradrenalina: incrementa la motivación y el aprendizaje, es por ello que nos vuelve más creativos. Nos vuelve menos racionales, y nos quita la sensación de hambre y sueño.

Como puede observarse una vez activado el sistema de recompensa de forma integral, la persona actúa de manera similar que un adicto. Y, si la droga no existiera, entonces se activa también el dolor emocional, produciendo efectos adversos que van desde la depresión leve a la aguda y en algunos casos desafortunadamente hasta el suicidio.

Beneficios de los besos

  • Refuerzan el sistema inmunológico y prolonga la esperanza de vida.
  • Bajan los niveles de estrés (baja los niveles de cortisol).
  • Aumentan momentáneamente la presión arterial y mejora la microcirculación sanguínea.
  • Aumenta la frecuencia cardiaca y quema alrededor de 26 calorías por minuto.
  • Por la cantidad de bacterias que se intercambian en un beso con una dentadura sana y un estado sano de salud, se mejora la limpieza dental.
  • Son excelentes analgésicos naturales y reducen el dolor.
  • Besar previene arrugas faciales y te hace lucir más joven. Es importante besar, besar y besar, cuando se tiene una pareja con salud mental y emocional, para continuar con el mismo círculo virtuoso. Así, por increíble que parezca: la pareja es también, tu medicina.
  • Un gran indicador que predice el fin de una relación de pareja, es cuando los miembros dejan de compartir en lo emocional, pero, sobre todo, cuando se terminaron los besos. ¡Si estas pasando por una situación con estas características, acude a tu profesional de la salud de confianza!.
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