La Gran Renuncia, o la moda de dejarlo todo atrás
La Gran Renuncia, o la moda de dejarlo todo atrás
La Gran Renuncia es una tendencia a la que muchas personas se están sumando para dejarlo todo atrás.
Son muchas las personas quienes en algún momento de sus vidas se han sentido hastiadas de la rutina impuesta por la cotidianidad y han decidido dar un vuelco total. Estas personas, comienzan por sentir el deseo de abandonar sus trabajos o incluso cambiar o remodelar sus hogares.
La mayoría lo que anhela es tener tiempo libre para dedicarse a sus verdaderas pasiones, y estar en un lugar de trabajo solo por un sueldo y una estabilidad no es sinónimo de felicidad, algo que la mayoría de empresas ya sabe.
Este fenómeno social de la Gran Renuncia está llevando a que muchas organizaciones implementen cambios para asegurarse de contar con el talento humano y que este se sienta con bienestar, sin deseos de abandonarlo todo.
Quienes se suman a la Gran Renuncia, lo dejan todo para vivir en función de sus sueños, de sus expectativas, sus deseos; se reinventan para adoptar un nuevo modelo de vida en el que están dispuestos a ganar menos dinero, para obtener más paz y tranquilidad.
La Gran Renuncia: dejarlo todo atrás
Autores con Dean Schuyler, en su estudio sobre la crisis de la mediana edad, consideran que la vida está conformada por etapas o transiciones que todos atraviesan, bien sea comenzar en una nueva escuela, encontrar un compañero/a de vida, emprender una carrera, tener un hijo, mudarse, iniciar un nuevo trabajo, jubilación, hijos que dejan el hogar, fallecimiento de un cónyuge, entre otros escenarios.
Pero, lo resaltante del planteamiento de Schuyler es que, para este autor, comenzar una nueva etapa de la vida también se puede aplicar a una persona a la que un médico le ha diagnosticado una enfermedad importante, como un cáncer, ante lo cual requiere de un reajuste o cambios que impone dicha nueva etapa.
No obstante, para dar un giro en la vida no es necesario recibir un diagnóstico impactante, pues también se trata de personas que buscan un nuevo sentido en su experiencia vital.
Al respecto, Michaéla C. Schippers y Niklas Ziegler, en su estudio sobre la elaboración de vida como una forma para encontrar propósito y significado vital, señalan que tener un propósito en la vida es una de las necesidades humanas más fundamentales. Sin embargo, esto no es obvio para todos, especialmente porque la vida moderna tiene una forma de distraer a las personas de sus verdaderos objetivos, por lo que a muchos les resulta difícil encontrarlos.
Los autores acotan que, en las edades más tempranas, las personas buscan sentido en la vida, pero a menudo experimentan una presión por tener una vida “perfecta” y demostrar al mundo lo bien que lo están haciendo, en lugar de seguir sus valores y pasiones más profundas.
En dicha intervención lo que se busca es descubrir los valores y pasión, reflexionar sobre los hábitos actuales y los deseados, sobre la vida presente y la futura, una posible nueva carrera, escribir sobre el futuro ideal, establecer compromisos con objetivos, entre otros planes que permitan obtener una dirección, propósito o sentido en la vida y lograr que las personas tomen el control de sus vidas y se sientan a plenitud.
Las personas que optan por dejarlo todo atrás están buscando apoyo psicológico en la actualidad para disfrutar de una buena salud mental. Tal como se ha mencionado, las empresas están al tanto de ello, por ello, ahora resuenan los cargos de “Directores de la felicidad”, con trabajos en los que deben tratar de atraer y retener el talento.
El concepto de Ikigai
Quienes buscan la Gran Renuncia y comenzar una nueva vida muchas veces retornan al concepto japonés Ikigai, que se traduce como ‘la razón de vivir’. En la cultura japonesa, cada persona tiene un ikigai, por lo que debe esforzarse para encontrarlo.
Una vez que lo encuentra, vive con satisfacción y sentido de vida. A diferencia de otras culturas en las que las personas despiertan, acuden al trabajo y sienten aburrimiento, en la cultura japonesa predomina el ikigai, o el motivo por el cual se despierta cada mañana y se piensa: “hoy es merecido disfrutar de la vida”.
Actualmente, muchos dejan de perseguir únicamente los beneficios económicos, ya que, en muchos contextos, esto suele generar malestar psicológico, vacío y sensación de pérdida de la vida, sobre todo cuando no se hace lo que se ama. En cambio, cuando la persona se dedica a su verdadera pasión, vive con menos estrés y se afirma en cada una de sus tareas, haciendo de su vida una experiencia autentica.
Todo ello deja de manifiesto que estamos ante un nuevo futuro en el que lo aprendido ya no es suficiente, sino que queda mucho por desaprender e inventar nuevas formas de avanzar, de sentir inspiración y de vivir con optimismo.