Que lo importante, no sea lo urgente
Que lo importante, no sea lo urgente
Stephen Covey es una de las personas que más han impulsado el campo del desarrollo personal. Su libro Los siete hábitos de las personas altamente efectivas ha sido uno de los libros más vendidos en la historia.
Por otra parte, en su libro Primero, lo primero, invita a reflexionar acerca de nuestra forma de gestionar el tiempo, relacionado con saber reconocer que es lo importante. Lo cierto es que, en una sociedad que valora la cantidad por encima de la calidad, Stephen Covey nos insta a pararnos a pensar qué es lo que realmente queremos hacer y cuáles son los motivos, y poner así lo importante por delante de lo urgente.
Tres ideas principales
Tres son las ideas principales sobre las cuales nos invita a reflexionar. ¡Veámoslas!
1. Olvida lo que es urgente y céntrate en lo que es importante.
Vivimos nuestras vidas pensando que todo lo que tenemos que hacer es importante y urgente, pero la realidad es que mucho de lo que creemos urgente no lo es tanto, porque no es importante.
A los niños y a las niñas se les enseña en la escuela que se ha de aprender todo, pues todo tiene la misma importancia, todo puede caer en los exámenes y todas las asignaturas tienen el mismo peso, pero con el tiempo se van dando cuenta de que esto no es así. En cualquier proceso habrá siempre pasos que requieren mas tiempo y energía porque son importantes para el resultado final, mientras que otros, se hagan o no, tampoco cambiarán el grado de resultado en una gran medida.
Es importante no caer en la trampa de lo urgente y entender que lo que realmente requiere la atención son las tareas importantes. Para evitar caer en la trampa de lo urgente hay que tener en cuenta porque nos atrae lo urgente, y es que la urgencia se ha convertido en un símbolo de estatus en la actualidad.
Tener un montón de tareas urgentes da la impresión de que las personas se encuentran ocupadas en todo momento y que por lo tanto se tiene éxito.
En muchas ocasiones las tareas urgentes suelen ser tareas simples o de resultado claro, de forma que sabemos que tenemos que hacer, lo hacemos y nos sentimos bien por haber avanzado. Pero la realidad es que ese avance no tiene porque ser en la dirección que queremos.
2. Antes de tomar una decisión imagina que seria la ultima que vayas a tomar.
Una de las razones por la cual las personas nos dejamos llevar por lo urgente es debido a que no tenemos suficientemente clara nuestra visión de futuro, y esto es algo fundamental, pues si no se sabe donde se quiere estar en los próximos cinco o diez años, lo más seguro es que cualquier cosa que aparezca en el camino y parezca importante, detenga a la persona.
Por ello merece la pena dedicar tiempo a entender cuál es el objetivo, que lógicamente puede cambiar. Y si aun así resulta difícil y lo urgente sigue distrayendo, una gran forma de facilitar la toma de decisiones que recomienda Stephen Covey es:
Cada vez que tengas que tomar una decisión piensa en tu yo de 80 años, e imagínate que se encontrase en la misma situación que tú y tuviese que tomar una decisión. Si al pensar en ello lo primero que se te ocurre es dejar de lado la tarea, lo más seguro es que esa tarea no te ayude a llegar a donde quieres y solo sea una distracción.
3. Acepta que el éxito nace de la interdependencia y la cooperación, no de la independencia y la competición.
Según Stephen Covey la razón por la cual nos dejamos llevar por la urgencia es que vemos la sociedad como una competición en la que debemos ponernos encima del resto y por lo tanto ir a toda prisa. Pero la realidad es que hoy en día es mucho más probable que se consiga algo importante con ayuda, que si la persona le dedica todo el tiempo posible por su cuenta.
“Llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito” Henry Ford
La razón de que esto suceda es que las habilidades que requiere cada proyecto se han especializado mucho hoy en día. Además, ha aumentado el individualismo y como resultado, es mucho más efectivo trabajar con otras personas para conseguir objetivos.
Estas tres ideas en conjunto facilitan la gestión del tiempo y nos ayudan a diferenciar lo importante de lo urgente.